En este país “hacerse el pendejo” ha adquirido los ribetes de arte. La belleza con la que muchos “comunicadores” lo practican es verdaderamente admirable.

Cada vez que escuchamos a algún “comunicador” hablar de la “incapacidad manifiesta e histórica” de un partido que todos conocemos para “ponerse de acuerdo”, “para zanjar sus diferencias”, para “trabajar ordenada y disciplinadamente” entre otras muchas expresiones, cada una de lo más colorida y pendeja; no nos queda más que preguntarnos si será cierto que nadie se da cuenta de lo que esta pasando en ese partido.

¿Será verdad que nadie entiende que una de las “partes” se niega obstinadamente  a todo aquello que represente consulta con los organismos del partido o sus bases? ¿Sera que nadie entiende que solo evita ir a un referendo quien no tiene los votos?

¿Sera verdad que a alguien se le ha pasado el detalle de que todos los “mediadores” han tenido que advertir y confesar que una de las partes no está “en eso”? ¿Nadie advierte que el que cobró “a’lante” es un hombre de negocios que cumplirá su parte del acuerdo?

¿Habrá alguien que ignore las canonjías y beneficios que han obtenido los partidarios de la simpática corriente?

¿Sera cierto que alguien ignora o desconoce que “la tremenda corte” está compuesta por ex-funcionarios de un sector del partido de gobierno y miembros de la referida corriente? ¿Habrá quien sea tan inocente para esperar una decisión neutral de ese “tribunal”?

¿Habrá quien no se dé cuenta de que el gobierno actualmente funciona sin oposición política?

Entendemos perfectamente el respetable oficio de quien se hace el pendejo por paga. Por favor no se enojen pero entiendan que algunos aún no hemos cobrado.

Mientras tanto en el sector que representa la única posibilidad de oposición de importancia reina el desconcierto. Su situación no ha sido fácil pero es hora de que entiendan que el tiempo de las “decisiones históricas” ha llegado. Muchos se resisten a abandonar las célebres siglas y es comprensible pero alguien debe informarles que ya las perdieron. Quizás no definitivamente pero indudablemente por ahora. Sus opciones son pocas.

O integrarse a las siglas familiares de un cacique de antaño o apoyar al candidato que más fiera oposición está haciendo contra el líder detrás del velo. Esta última opción podría constituir una verdadera maquinaria opositora en un tiempo muy corto.

La batalla en los tribunales solo ha servido para que los jueces se revelen claramente como venales, corruptos y comprometidos con un sector; lo que no es malo, pues los ha invalidado e ilegitimado fuera de toda duda. Pero eso es para expedientes futuros. No sirve ahora.

Por lo pronto nosotros volveremos a nuestro obstinado y prolongado silencio y nos dedicaremos a hablar de temas más productivos, como lo bueno que esta el día para un sancocho…

…siempre y cuando no nos quieran seguir cogiendo de pendejos…